Balenciaga Knifes: The Boots

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Desde que Demna Gvasalia las introdujo, durante el fashion show de Balenciaga en la primavera de 2017, hemos estado hablando de ellas. Con un inesperado protagonismo las botas “Knife” llevaron todas las miradas hacia los pies y se convirtieron en un ícono de spandex transversal a las colecciones de la etiqueta desde entonces.

Entre el invierno de 2014 y la primavera de 2016 se consolidó un nuevo movimiento llamado “Athleisure”, una tendencia híbrida cuya combinación entre alta tecnología y alta moda funcionó de columna vertebral durante aquellos años. Por tal motivo muchos diseñadores debieron adaptarse a la masiva reinterpretación de ropa deportiva, que al mismo tiempo, exigía una funcionalidad simplificada. En su colección de Otoño de 2014, la casa Dior intentó, sin éxito, imponer unos stilettos en punta con doble plataforma emulando unos trainers, pero en altura por supuesto, sin embargo su fracaso se debió a que, a pesar de la practicidad, el ingrediente que faltaba en la ecuación era la sofisticación.

Fue solo cuestión de tiempo para que alguién idease la solución de ropa de noche sofisticada y deportiva, ese alguien desde luego viene desde la casa de Balenciaga. Demna Gvasalia notó que durante el invierno, París llenaba sus calles con street styles donde las botas over the knee (por encima de las rodillas) protagonizaban todos los outfits. Tamaña fue su obsesión que decidió crear la más elevada versión de calzado de ocio hasta la fecha: las botas “Knife”.

En la pasarela se leía como la edición para adultos de aquellas botas conceptuales de Vetements con un tacón en forma de encendedor, o los botines de Celine, pero es sin duda el estilo legging idiosincrásico lo que ha creado un clásico de diseño que define la era inspirando una ola de estilos.

Las botas Knifes se ven ligeras y se sienten ligeras. Fueron diseñadas inspiradas en la ropa deportiva y el fetichismo de los ‘80 en spandex brillante y elástico que se eleva por encima de la rodilla, con un tacón fino, sin cremallera y con una punta alargada, plana y puntiaguda.

La tela ajustada abraza los tobillos para otorgarle estabilidad y creando ese efecto llamado por todas las editoras de moda como “socks boots” (probablemente el nombre menos sexy jamás creado para un zapato). Está disponible en tres versiones: como un híbrido de pantalones “pant boots” (pero extremadamente difíciles de usar), como botas sobre la rodilla y como botines por encima de los tobillos.

Las botas de punto elástico son un perfecto ejemplo de sofisticación actual. Se ven elegantes pero se pueden combinar con cualquier cosa, desde vestidos hasta jeans rasgados. Hoy en día, la destreza de sensación, la portabilidad y deportividad tienen el aspecto de un zapato; son ligeros y fáciles de guardar en un bolso, además de ser un ingrediente clave para vestir la silueta. Los diseñadores de todo el mundo ahora tendrán que pensar aún más sobre lo que hace que un zapato sea atractivo, fresco y codiciable para un público masivo.