Oscar de la Renta: A World of Gowns
“La moda no sucede en las pasarelas, sólo cumple su cometido cuando vive en las calles”…
Lo cierto de esta frase es que Oscar de la Renta realmente buscaba la atracción de las mujeres, aún a pesar de los magníficos escenarios que Nueva York y el mundo le ofrecían, su mirada siempre tuvo un dejo de romanticismo con una meta incondicional; exaltar la belleza femenina a través del estilo de cada mujer.
Impresionantes vestidos colmados de detalles, bordados y pedrería. Realizados para grandes momentos, pero no solo destinados a red carpets o fashion shows, porque en definitiva la situación, ese gran momento, es una elección propia de cada una. Oscar se preocupó de inculcarnos un conocimiento que excede lo simple y efímero de la moda y las estaciones, saber quiénes somos y de dónde venimos para disfrutar de nosotras mismas en su refinada visión sobre el universo, porque al fin y al cabo no hay nada como lo real.
Lo cierto es que una no puede dejar de preguntarse sobre cuándo o dónde usar un vestido de esta magnitud. Por décadas Oscar de la Renta subió la vara por encima de lo establecido, una línea con sello, el vestido con el torso bordado y una gran falda se hizo camino desde el Pre-Fall 2013 hasta la actualidad, y a pesar de otorgarle una gran connotación a la prenda, no pierde lo joven y fresco, su energía vital. Por lo que, en fin de cuentas cuándo usarlo y donde no corresponde a nadie más que a nosotros definirlo, la ocasión podría ser una cena o un libro.
En fin, no existen reglas que nos indiquen cuándo sentirnos plenas, no existen excesos de impresiones de toile y adornos cuando la meta es disfrutarnos, sea en una gala o simplemente en la comodidad de nuestro hogar. Lo que Oscar nos dejó no significa nada si lo limitamos a una situación en particular, él fue y será un maestro de las artes porque sus obras fueron dedicadas para que las mujeres controlen su destino.